Necesito que tu mano reconozca
la mía y que nuestros brazos se vistan de abrazos. Necesito que tus ojos me
devuelvan la calma que hoy huye a mis espaldas. Pero, por encima de todo,
necesito que tú también me necesites, aunque el nudo de este trabalenguas se
empeñe en enredarse entre tú y yo
No hay comentarios:
Publicar un comentario