martes, 25 de enero de 2011

Las mejores cosas de la vida, te las enseñan los niños. Mafalda fue una gran filósofa, mi hermana me ha enseñado sus obras con detenimiento en nuestras tardes juntitas. ¿Y qué edad tenía esa niña, cinco, seis años? 
Ellos ven las cosas de otra forma, con ojos inocentes. Lo que no quiere decir que no se den cuenta de las cosas sino que te hacen verlas desde otro punto de vista. El otro día esa niña de la foto, con siete añitos recién cumplidos me preguntó que cuando tendría un bebé, que quería dejar de ser la chica de la familia. Ella es muy madura para la edad que tiene pero el espíritu infantil no lo pierde y es algo que me encanta porque cada vez que llego a su casa me abraza como si hubiesen pasado años desde la última vez que nos vimos. Jugamos a las barbies, a las mariquitinas (que hacía años que yo no jugaba) o a las muñecas. Sus amigas me conocen porque les habla de mí y para mí es un orgullo que una personita así me quiera y me diga que quiere parecerse a mí cuando crezca. La quiero mucho y sé que va a ser una niña buena de mayor porque lo lleva en la sangre, es García. Te quiero Julita :)

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