viernes, 9 de septiembre de 2011


Lo poco que sé de la vida se cuenta tomando un café. Se entiende tomando una copa, y se olvida tomando dos.
Entre lo poco que sé de la vida, diré que nada de todo esto vale la pena sin alguien que te haga ser incoherente. Ni flores, ni velas, ni luz de luna. Ese es el verdadero romanticismo.
Alguien que te llegue, te empuje a hacer cosas y arrase de un plumazo con tus principios, tus valores, tus yo nunca, tus yo que va. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario